jueves, 17 de diciembre de 2009

El castillo-monasterio de Escornalbou (Baix Camp)


Cornu bovis quiere decir "el cuerno del buey" en latín y es el origen del topónimo Escornalbou. Este complejo de diferentes edificios situado en una colina desde la que se divisa buena parte del Baix Camp, es fruto de la unión de un antiguo castillo y un monasterio que fue habitado por los frailes franciscanos hasta que en 1835 lo abandonaron después de la desamortización de Mendizábal.

Merece la pena hacer una visita porque podremos percibir la evolución arquitectónica y decorativa de este extraño complejo: desde los restos del castillo y el convento fechado en el siglo XII hasta la mansión señorial con elementos neorrománticos que hizo construir Eduard Toda, Escornalbou resume buena parte de la historia del Camp de Tarragona.

Del antiguo castillo resta el patio porticado, desde el que se tienen unas espléndidas vistas sobre la comarca. El convento o monasterio, que ya fue ocupado por los franciscanos en el siglo XVI, posee una iglesia y una rectoría muy remarcables.
Saqueado durante la Guerra del Francés y ocupado alternativamente por carlistas y liberales, el castillo-monasterio de Escornalbou ha pasado por diversas manos. Eduard Toda lo convirtió en su lugar de residencia antes de instalarse definitivamente en Poblet. De las reformas de Toda en la mansión se ha conservado su importante biblioteca y diversas salas que son visitables: la sala noble y la sala del reloj.

La visita al castillo-monasterio de Escornalbou se puede completar con alguna excursión por sus alrededores: una de fácil es a la cima donde se encuentra la ermita de Santa Bàrbara. También se puede pasear por la sureda y el pinar de los alrededores: el bosque de encina sureda es casi único en las comarcas de Tarragona y actualmente está protegido.

Ver ruta por los bosques del entorno de Escornalbou.

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